¡Qué tiene esta niña en esos ojos tan despiertos!
Una princesa que se convirtió en Diosa,
O un león que venció al oso,
No lleva espadas ni otras armas,
¡Qué ojos tan hermosos! Mi pequeño querubín.
¡Qué tiene esta niña en esos ojos tan sinceros!
Me he perdido en el azul del cielo
Y me he encontrado en el mar de nuevo.
¡Qué tiene esta niña en esos ojos tan amables!
Si me perdonas a cada instante y a cada instante muero,
Si es tu luz mi abrazo más certero.
¡Qué tendrá esta niña en esos ojos tan lucero!
Si me guías, cada vez que surge un pestañeo,
Mi niña bonita,
¡¡Cuánto y cuánto te quiero!!